USO DEL ALAMBIQUE
Utilizando el alambique, lo que hacemos es destilar por diferencia de temperatura. Por ejemplo, la temperatura de evaporación del alcohol es menor que la del agua, y de esta forma podemos obtener el alcohol de la mezcla. Este principio lo podemos aplicar a distintos compuestos o productos.
Los alambiques más utilizados son los de cobre porque este material no proporciona sabor al alcohol, resiste los ácidos y conduce bien el calor.
¿Cómo se usa?
Lo primero es limpiar el alambique, para esto lo hacemos es llenar el alambique hasta la mitad y se le añade un litro de vinagre. Se montan todas las piezas y se sellan las uniones con engrudo (mezcla de harina y agua), para que no pierda vapor, se pone al fuego y se deja un cuarto de hora saliendo agua, pasado este tiempo apagamos el fuego y lo dejamos enfriar
Una vez tenemos el alambique limpio, agregamos la mezcla que vamos a destilar y le aplicamos calor. La parte más volátil se evapora y pasa por el serpentín, y una vez se ha condensado tenemos el líquido que estábamos buscando.
Destilación de bebidas alcohólicas
Las bebidas destiladas son el resultado del proceso de separación de agua y alcohol de un líquido previamente fermentado cuya materia prima puede ser un cereal (como la cebada, maíz o centeno), un tubérculo (como la papa) o desechos de frutas (como el caso de la grapa que se elabora con los hollejos de la uva). Y el objetivo es el de obtener una bebida de alcohol puro con un nivel superior a los 40º.
La destilación puede estar secundada por un proceso de infusión a través del cual se añaden aromas al producto final, como en el caso de la ginebra, cuyo componente principal y distintivo es el enebro.
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